Alimentación, medicación y actividad
física, los tres pilares para controlar la diabetes, una enfermedad crónica que
implica modificar los hábitos de vida. Para evitar complicaciones y vivir con
calidad, tanto el paciente como sus familiares deben aprender a manejar
correctamente la enfermedad.
Esto es lo que recomienda la Fundación para la Diabetes:
1.
Aprender a convivir con la diabetes.
La Fundación para la Diabetes destaca la
importancia del rol del educador en diabetes y apuesta por la educación de la
persona como herramienta indispensable para facilitar el autocuidado, la
adherencia al tratamiento y el control metabólico.
2.
Adaptar la alimentación.
La alimentación es
parte fundamental del control de la diabetes y contribuye a retrasar o evitar
la aparición de complicaciones. Es similar a la de cualquier persona: Realizar
de 3 a 5 tomas según características personales y pauta de tratamiento
(desayuno, media mañana, comida, merienda y cena), evitando comidas con una
alta cantidad de hidratos de carbono o bien que sean de absorción rápida, ya
que elevan la glucosa de forma considerable. No se puede hablar de tipos de
alimentos y cantidades sin hablar también de la actividad física que realiza,
los medicamentos que toma o si padece o no otras enfermedades como colesterol o
hipertensión, por lo que debe ser personalizada.
3.
Mantener una hidratación adecuada.
Las personas con diabetes tienen un
mayor riesgo de deshidratación porque un nivel elevado de glucosa en sangre
provoca que los riñones intenten eliminarla en forma de orina. Por eso suelen
tener más sed cuando se produce una hiperglucemia. El agua debe ser la base de
la hidratación de una persona con diabetes. Existen otras bebidas que ayudan
como zumos naturales o sin azúcares añadidos, refrescos “light” o “cero” que
contienen edulcorantes en lugar de azúcar y por lo tanto no aumentan la glucemia, bebidas para deportistas o
infusiones, pero siempre de forma ocasional.
4.
Practicar ejercicio de forma regular.
La práctica de ejercicio físico previene
las complicaciones asociada: mejora las cifras de tensión arterial, de colesterol
y la función cardiovascular. El tipo de ejercicio y la intensidad debe
adaptarse a la edad y la condición física de cada persona con diabetes.
5.
Realizar controles de glucosa con frecuencia y de
forma estructurada.
El análisis de los niveles de glucosa en
sangre realizado por la propia persona o un familiar permite conocer las cifras
de glucemia en cualquier momento y detectar posibles complicaciones agudas,
hipoglucemias (bajadas de glucosa) o hiperglucemias (subidas de glucosa). Se
recomienda realizar entre 5 y 6 controles al día, antes de cada comida y antes
de ir a dormir para disponer de información y ajustar la pauta de insulina o
del tratamiento en general, si fuera necesario. Si se practica ejercicio, se
recomienda realizar un análisis antes del inicio de la actividad, alguna
medición extra mientras se practica ejercicio de larga duración, así como una
vez acabado.
6.
Actuar rápido ante una hipoglucemia.
Es habitual que durante una hipoglucemia
se coma de forma descontrolada y con gran voracidad. Ello conlleva una ingesta
total de hidratos de carbono superior a los gramos indicados, que suele ser la
causa de un rebote o hiperglucemia en las horas posteriores.
7.
Evitar las complicaciones de la diabetes.
Es importante mantener las cifras de
glucosa en sangre en el nivel óptimo antes y después de las comidas.
Igualmente, es necesario controlar la presión arterial y los niveles de
colesterol.
8.
Realizar revisiones oftalmológicas.
Es fundamental que las personas con
diabetes realicen revisiones periódicas especialmente del estado de la retina para prevenir,
detectar y tratar con éxito cualquier tipo de complicación.
9.
Cuidar los pies.
Las personas con diabetes pueden
presentar alteraciones de la sensibilidad y de la circulación. Es importante
realizar una inspección diaria de los pies comprobando la ausencia de lesiones
y visitar con regularidad al podólogo.
10. No abandonar o alterar
la toma de medicación.
La medicación es otro de los pilares del
tratamiento por eso es preciso seguir las recomendaciones que se prescriban. La
insulina es la base farmacológica en el tratamiento de la diabetes tipo 1, y
distintos fármacos orales y/o insulina en la diabetes tipo 2.
Fuente: EfeSalud
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