Combatir los Catarros
¿Qué es el catarro?
El catarro
común es una infección, generalmente benigna, originada por varios tipos de
virus, siendo el más frecuente el rinovirus,
que se produce sobre todo en las estaciones de primavera, verano y otoño. La
forma de contagio más efectiva de los rinovirus es el contacto de persona a
persona, aunque también pueden transmitirse con las secreciones nasales y
bucales de la persona infectada.
Al final del
otoño y en el invierno, la gran mayoría de los catarros están motivados por el
virus de la gripe (orthomyxovirus) y, con menor frecuencia, por
paramyxovirus y los virus respiratorios sincitiales. (No debemos confundir la
gripe con el catarro, aunque el virus de la gripe pueda causar ambas
patologías).
A diferencia de lo que indica la creencia popular, la susceptibilidad a los catarros no viene dada por los cambios de temperatura ni por la exposición al frío. Es decir, es tas circunstancias no son las responsables de que cojamos un catarro o de que nuestro sistema inmunitario se haga más vulnerable. Tampoco el estado de salud ni la alimentación parecen influir demasiado. Sin embargo, sí es cierto que una persona cansada , en estado de ansiedad, aquellos que tengan historia de alergias o padezcan asma, o las mujeres que están atravesando la mitad de su ciclo menstrual, son más susceptibles de desarrollar los síntomas.
A diferencia de lo que indica la creencia popular, la susceptibilidad a los catarros no viene dada por los cambios de temperatura ni por la exposición al frío. Es decir, es tas circunstancias no son las responsables de que cojamos un catarro o de que nuestro sistema inmunitario se haga más vulnerable. Tampoco el estado de salud ni la alimentación parecen influir demasiado. Sin embargo, sí es cierto que una persona cansada , en estado de ansiedad, aquellos que tengan historia de alergias o padezcan asma, o las mujeres que están atravesando la mitad de su ciclo menstrual, son más susceptibles de desarrollar los síntomas.
Síntomas de un catarro
Tras un
periodo de incubación que puede rondar entre 24 y 72 horas, los
síntomas del catarro comienzan a volverse identificables.
El catarro
suele comenzar con dolor de garganta, con la sensación de que raspa al hablar o
al tragar; seguido, generalmente, de rinorrea (goteo nasal), estornudos,
malestar general y obstrucción nasal. Muchas personas pueden presentar tos.
La temperatura
suele ser normal o subir unas pocas décimas, sobre todo si los agentes
causantes son rinovirus o coronavirus.
Tras un par
de días, la mucosidad nasal puede aumentar de espesor y
parecer purulenta. Esto es normal, debido a que el sistema inmune está
combatiendo al invasor, pero no significa que haya una infección por bacterias.
Por ello, salvo en casos muy excepcionales, el médico no suele prescribir
antibióticos para los catarros, y nunca debemos automedicarnos con
ellos.
Sin embargo,
cuando el esputo (mucosidad expulsada por la boca desde el
pulmón) es purulento (amarillo oscuro, verde, rojizo…) sí es un síntoma
sugestivo de infección importante, y debemos acudir a un profesional sanitario
en busca de consejo.
Síntomas de complicaciones del catarro
El catarro
suele ser una afección benigna. No obstante, si el paciente presenta algún tipo
de patología de base, como asma, bronquitis crónica
u otros tipos de afección respiratoria, puede tener más problemas para respirar
durante y después de la infección. Si esto ocurre, consulte con su médico la
mejor opción para aliviar estas molestias.
Decálogo para Combatir los Catarros
1. Lávate las manos con frecuencia. Los
virus se transmiten principalmente por vía aérea, pero pueden infectarnos a
través de los ojos o la nariz, por lo que, ante un enfermo, extrema las medidas
higiénicas y evita tocar sus manos.
2. Mantén un ambiente húmedo. Las
calefacciones pueden resecar en exceso el aire, afectando a la mucosa nasal y
haciéndonos más vulnerables a los virus.
3. Evita los cambios de temperatura. Aumentan
la sensibilidad del organismo y las infecciones virales.
4. Ventila bien. Evita los espacios cerrados y mal
ventilados, ya que pueden ser foco de virus debido a la falta de renovación del
aire.
5. Mantén los pies calientes. Sigue
el consejo de la abuela: si los pies se enfrían, se contraen venas y arterias,
entre ellos, los de la mucosa nasal. Se reseca la nariz, facilitando la entrada
de los gérmenes.
6. Tómatelo con calma. Quédate en casa y descansa
para que tus defensas se concentren en combatir la enfermedad.
7. Bebe líquidos. Especialmente agua, zumos naturales
y caldos vegetales.
8. Come ligero. Cuando estés resfriado, basa tu
alimentación en frutas y verduras.
9. Ojo con los medicamentos. Alivia
la fiebre y los dolores con analgésicos; si tienes tos, toma un antitusígeno
ligero, pero nunca utilices antibióticos sin consultar previamente con el
médico.
10. Consulta al experto. Aunque el resfriado es una
afección leve, cuando comiences a tener síntomas, ponlos en conocimiento de tu
médico o tu farmacéutico.
Fuente: Prevenir
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