La gripe es una enfermedad infecciosa que produce fundamentalmente síntomas respiratorios, está causada por un virus y se contagia muy fácilmente.
¿Cómo se contagia el virus de la gripe?
Los enfermos de gripe expulsan el virus por las microgotas de saliva y por secreciones nasales y faríngeas que se expulsan al toser, al hablar o al estornudar. Estas microgotas pueden quedar en el aire y, al igual que las secreciones, también en las manos o en las superficies de objetos. Otras personas pueden adquirir el virus tanto por inhalación de las microgotas por vía respiratoria como por contacto físico directo con las microgotas y secreciones de los enfermos (por ejemplo, por la respiración al compartir un espacio cerrado y en cercanía con el enfermo, al estrecharse las manos para saludarse, besarse, etc, o por contacto con las superficies de objetos contaminados).
Período de contagio
El virus de la gripe presenta una capacidad máxima de contagio desde horas antes del inicio de síntomas hasta los 3 primeros días, pero se puede seguir transmitiendo hasta 7 días después del inicio de los síntomas.
Síntomas de gripe
Son frecuentes la tos, dolor de garganta, dolor de cabeza, fiebre -sobre todo los dos primeros días-, dolores musculares, malestar general, congestión nasal, estornudos y a veces vómitos y diarrea.
Posibles complicaciones ante una gripe
En algunos casos podría ser grave o presentar complicaciones para algunos grupos más vulnerables de la población. Los profesionales sanitarios lo tienen en cuenta para instaurar las medidas preventivas y terapéuticas oportunas.
Vacuna contra la gripe
La gripe puede prevenirse mediante la vacunación. Esta vacuna se renueva cada año según el tipo de los virus circulantes.
Las indicaciones para vacunarse en esta temporada son las mismas que en temporadas anteriores. La vacuna está dirigida sobre todo a los grupos de riesgo que son los siguientes:
- Personas de 65 años o más.
- Personas institucionalizadas en residencias o centros de atención a crónicos.
- Personas con patología crónica (mayores de 6 meses de edad) con especial énfasis en los que hayan precisado en el año anterior ingreso hospitalario o seguimiento médico regular:
- Enfermedades crónicas del sistema respiratorio, incluida el asma.
- Enfermedades crónicas del sistema cardiovascular, excluida la hipertensión arterial.
- Enfermedades metabólicas crónicas, incluyendo diabetes mellitus.
- Enfermedades crónicas hepáticas, renales o neuromusculares.
- Trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias...
- Asplenia, hemoglobinopatía o anemia.
- Inmunosupresión (incluida la causada por medicamentos o infección por VIH).
- Cáncer.
- Obesidad mórbida (índice de masa corporal >= 40 en adultos, >= 35 en adolescentes ó >= 3 DS en la infancia).
- Implante coclear o a la espera del mismo.
- Niños y adolescentes en tratamiento prolongado con aspirina.
- Mujeres embarazadas (independientemente de su edad de gestación).
- Trabajadores de centros sanitarios (atención primaria, especializada, emergencias, hospitales... tanto públicos como privados), con especial énfasis en aquellos que atienden pacientes de alguno de los grupos de alto riesgo.
- Trabajadores de centros de atención a personas mayores o enfermos crónicos.
- Cuidadores principales de enfermos crónicos dependientes severos.
Otros grupos:
- Profesionales de servicios esenciales a la comunidad: bomberos, protección civil, instituciones penitenciarias, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado -nacional, autonómico o local-.
- Viajeros internacionales -sujetos con patología de base o viajes a zonas de riesgo de gripe aviaria-.
- Personal que pudieran estar en contacto con aves con sospecha o confirmación de infección por virus de gripe aviar altamente patógenos.
Medicamentos contra la gripe
En general, para la gripe se aconseja tratamiento de los síntomas, reposo en el domicilio y, en caso de gravedad o posible complicación, contactar con su centro de salud. Los medicamentos que se usan habitualmente contra la gripe tienen la finalidad de aliviar los síntomas.
En España, se dispone también de tratamientos antivirales específicos que pueden resultar útiles en casos graves y siempre bajo criterio médico. Estos antivirales deben ser prescritos siempre por profesionales médicos. El uso irresponsable de estos medicamentos puede contribuir a crear resistencias del virus lo que reduciría su eficacia.
La gripe está causada por virus, por lo que los antibióticos no están indicados. Sólo son útiles, siempre bajo prescripción médica, en determinados casos con complicaciones bacterianas.
Precauciones generales para las personas que no padecen gripe
Las personas que no están afectadas de gripe deben seguir realizando una vida normal. Procure estar informado de las recomendaciones que realicen las instituciones sanitarias.
Estas medidas generales de prevención y control de la infección gripal son recomendables para las personas que vayan a estar, estén o han estado en contacto con alguna persona afectada de la gripe estacional. Son las medidas que se recomiendan durante todas las temporadas cuando aparece la gripe:
- Lavarse las manos frecuentemente, con agua y jabón, sobre todo después de tocar a un enfermo o los objetos que puedan estar contaminados por haber estado en contacto con él (pañuelos y otros útiles de uso o aseo personal).
- Procurar evitar tocar innecesariamente a un enfermo de gripe o los objetos mencionados.
- Para saludar a una persona afectada de gripe, no lo haga estrechando la mano, besando o abrazando.
- Procurar evitar una cercanía innecesaria con un enfermo de gripe, a ser posible situándose a más de 1 metro de él.
- Procurar no visitar domicilios donde se conozca que hay un enfermo de gripe.
- Es importante estar pendiente de la aparición de síntomas durante 7 días tras el último contacto con un enfermo de gripe.
- Durante estos 7 días procurar, si es posible, no concurrir a lugares cerrados donde se encuentren muchas personas por si pudiera haberse contagiado.
- Cubrirse la nariz y boca con un pañuelo al toser o estornudar y deseche el pañuelo en la basura después de su uso. Si en ese momento no dispone de pañuelos, cúbrase la boca y nariz con la cara interna del codo o si no es posible con las manos. A continuación lavarse las manos con agua y jabón.
Precauciones generales a seguir si se está enfermo de gripe
Son las medidas que se recomiendan todas las temporadas cuando aparece la gripe:
- Procure seguir las recomendaciones habituales para los procesos gripales: guardar reposo y estar bien hidratado.
- Duerma en habitación individual mientras tenga fiebre o tos, si es posible.
- Procurar evitar una cercanía innecesaria con otras personas, a ser posible situándose a más de 1 metro de ellas.
- No reciba visitas.
- No salude a otras personas estrechando la mano, besando o abrazando.
- En lo posible, evite el contacto de las manos con la boca, ojos o nariz.
- Lávese las manos con frecuencia, con agua y jabón (durante 15-20 segundos) y, sobre todo, tras estornudar o toser.
- Cuando tosa o estornude hágalo sobre un pañuelo desechable (luego tírelo a una bolsa de basura de plástico y ciérrela). Si en ese momento no dispone de pañuelos, hágalo cubriéndose la boca y nariz con la cara interna del codo o si no es posible con las manos.
- No comparta objetos personales de higiene o aseo, sobre todo toallas y pañuelos. Es recomendable cambiar las toallas, al menos una vez al día.
- Ventile su domicilio diariamente.
- No es imprescindible usar mascarilla quirúrgica facial.
Actuación a seguir si un compañero de trabajo o de estudios presenta posibles síntomas de gripe
Debe realizar una vida normal y observar si se comienza con posibles síntomas de gripe en los próximos 7 u 8 días. Si esto ocurre siga las recomendaciones anteriores y respete las medidas higiénicas generales, que incluyen sobre todo el lavado frecuente de manos.
Actuación a seguir por una persona que presenta una situación o enfermedad que puede representar mayor riesgo
Si no ha tenido contacto con alguna persona enferma de gripe, realice una vida normal.